General de Brigada Edward Slater Escanilla , Comandante en Jefe de la III División de Montaña
En estos días de primavera, en que nuestro pabellón nacional al viento adorna desde la más humilde morada hasta las fachadas de las instituciones públicas, cada chileno rinde un sentido tributo a nuestra Patria, sentimientos que apreciamos y nos llenan de orgullo, ya que también nuestro Ejército nació con ella hace ya 214 años.
A partir del primer esfuerzo bélico que fue nuestra Guerra de Independencia, los próceres de nuestra República fundaron sobre este empeño las instituciones permanentes que son esenciales para su funcionamiento y proyección, donde el Ejército ocupa un sitial preponderante, impregnándolo también de sus valores más profundos, guiándolos por una senda de heroísmo, no exento de grandes sacrificios como en la Expedición Libertadora del Perú, la Guerra contra la Confederación Perú Boliviana y la Guerra del Pacífico, entre tantos otros hechos, que con la participación del pueblo chileno y su notable arrojo, escribieron gloriosas páginas de nuestra historia, contribuyendo así a un sentido de unidad nacional y a un largo período de paz.
Hoy, nuestra misión primordial es la Defensa, contribuyendo a preservar la paz, garantizar la soberanía nacional, mantener la integridad territorial y proteger a la población, instituciones y recursos vitales del país. Asimismo, aportar al resguardo y desarrollo de Chile, a la acción del Estado y apoyo a su política exterior. Para cumplir con estas misiones constitucionales, sus integrantes deben poseer un afecto especial por su país, siendo su patriotismo el fundamento de su vocación militar para servir diariamente al bien común. Y es que la principal fortaleza de nuestro Ejército radica en los más de 40 mil hombres y mujeres que lo integramos, ya sea como soldados conscriptos, soldados de tropa profesional, suboficiales, oficiales, reservistas y personal civil, brindando al máximo nuestras capacidades al servicio de Chile, proyectando su fuerza en gran parte del territorio nacional, la Antártica y el extranjero.
Los desfiles en las principales guarniciones del país y la Parada Militar son un acto de disciplina que constituye un solemne homenaje al Ejército en el día de Todas sus Glorias, ceremonias en que la Institución comparte el profesionalismo, capacidad y vocación de sus integrantes, pero también es un reflejo de nuestra sociedad chilena de manera trasversal, pues en nuestras filas no se discrimina a ningún segmento de la población, acogiendo a todos quienes, cumpliendo los requisitos de ingreso por cualquiera de sus vías, deseen servir al país y a todos sus compatriotas sin distinción.
En este día especial, saludo a todos los hombres y mujeres que forman parte de esta División de Montaña que me honro en mandar, herederos de toda una gloriosa historia, la que sus integrantes enaltecen con su esfuerzo, sacrificio y compromiso, bajo el apoyo de sus familias, en todas las misiones que cumplen con abnegación desde Los Andes a Puerto Varas, lo que es reconocido no sólo por sus mandos, sino que también por todos aquellos que llevan en su corazón la sangre de todo chileno y patriota, siempre amante de sus héroes y símbolos nacionales que nos recuerdan que, somos lo que somos, gracias a sus sacrificios sublimes en pos de la Nación que amamos.