El mandato de la historia regional

COLUMNA DIPUTADO IVÁN FLORES GARCIA

El afán descentralizador y democratizador de los territorios sigue siendo primera prioridad para las regiones de Chile. En este contexto, la semana pasada ha ocurrido un hito histórico que da el primer paso en ese sentido. Han asumido los 16 Gobernadores (as) Regionales, y aunque personalmente no esté de acuerdo en el “diseño”, también ha iniciado la función el Delegado Presidencial. Así las cosas, es importante respetar el afán que los regionalistas manifestamos en términos de que exista coordinación y no un “gallito” de poder entre ambas autoridades que administran sectores institucionales distintos pero que OBLIGADAMENTE deben trabajar al unísono. Lo contrario ocasionará un daño importante en el desarrollo de las regiones y peor ahora en la coyuntura de la pandemia y la reclamación social manifestada desde el estallido. 

Recordemos que el Gobernador Regional conduce y representa al Gobierno Regional, institucionalidad autónoma que administra recursos propios distintos al fisco y comienza a transitar en un camino de aplicación progresiva de la función de “gobernar” la región. Por otro lado, el Delegado coordina la institucionalidad pública dependiente de los ministerios centrales, lo que anteriormente era el gabinete regional. En este contexto, no habría nada peor que una descoordinación o competencia vana por el poder, cuando en realidad las necesidades acumuladas en términos presupuestarios, ejecución de proyectos, generación de capacidades locales, entre otros, no permiten espacio a actitudes pequeñas y mezquinas.  Lo contrario significaría una distorsión de la obligación de sumar todos los esfuerzos y capacidades para poder lograr una sola meta, y esa es el desarrollo amplio e integral, así como la mayor y mejor  inversión en la región que permita estimular la actividad y la respuesta social que la gente necesita.

Estas dos nuevas autoridades que nacieron esta semana sólo tienen un mandato, coordinarse para el beneficio de la región de Los Ríos y de la ciudadanía, no existe otro camino y espero que el espíritu que todos tuvimos cuando empujamos el nacimiento de esta nueva región, culmine con un esfuerzo compartido entre estas dos nuevas institucionalidades.

Como siempre estaré dispuesto a colaborar con ambos para que se pueda avanzar en más justicia para las regiones, y la ciudadanía pueda recordar con orgullo de lo que hombres y mujeres de los “Comités Nueva Región” lograron después de más de 30 años de reclamación para que en justicia naciese nuestra anhelada región de Los Ríos.

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