Parlamentario del PS dijo que “no podía seguir recibiendo un trato privilegiado quien se comporta sistemáticamente orgulloso de su trasgresión a las normas”.
Manifestando su convicción de que “ya no era posible que alguien como Alvaro Corbalán, cuya actitud es de constante transgresión a las leyes y las normas, siga recibiendo el trato ya privilegiado de permanecer en un recinto penal especial como Punta Peuco”, el senador Alfonso De Urresti valoró y respaldó la decisión del Ministerio de Justicia, en el sentido de trasladar al ex CNI a la Cárcel de Alta Seguridad.
El parlamentario del PS dijo que “incluso entre los delincuentes comunes existe el arrepentimiento y eso los hace cambiar su conducta mientras cumplen sus condenas. Claramente ese no es el caso de Corbalán, quien además de no arrepentirse de ninguno de sus crímenes, busca continuar “operando” desde la cárcel. Si esa es su opción, allá él, pero para ese tipo de delincuentes existen otros penales más adecuados. Eso es lo que ha sucedido en este caso y es lo correcto”.
De Urresti agregó que este traslado “es una buena señal de igualdad ante la ley, incluso para las personas privadas de libertad. Si alguien ingresa un celular a una cárcel recibe una sanción por esa trasgresión. Corbalán cree que él está por sobre ese tipo de reglamentaciones, por eso ahora solo le queda acatar esta medida que no tiene nada que ver con Gendarmería, ni con Justicia: solo es una consecuencia de sus propios actos y así debe asumirlo”.
Finalmente, el legislador de la región de Los Ríos dijo que “esta medida es también, sin duda, una señal para el resto de los internos de Punta Peuco, por si algunos de los cuales sigue creyendo que puede seguir actuando al margen de la ley como se acostumbraron a hacerlo durante la dictadura. Ya hace rato que estamos en democracia y eso debe notarse”.
