Por Leonardo Araneda Salazar estudiante Administración de Empresas AIEP Osorno.
Angry Birds
Cuando salió la noticia de que Sony Pictures iba a animar una película de la empresa finlandesa Rovio Entertainment basada en su célebre juego de 2009 que consistía en lanzar pájaros contra las fortalezas construidas por unos cerditos, muchos levantamos la ceja con incredulidad o desconfianza. Al fin y al cabo, son mayoría los casos en que anteriores adaptaciones al cine de sagas de videojuegos que arrastraban una estela de éxitos no habían logrado llegar al espectador con un mínimo de fondo o de calidad, y no parecía que el tipo de juego en que consiste «Angry Birds» pudiera dar pie a algo suficientemente consistente para una película. Sin embargo, «Angry Birds: La Película», aún sin llegar a ser una obra maestra, sorprende al ofrecer una historia colorista y bien animada que sabe aprovechar lo mejor del juego en que se basa, a la vez que da a los personajes del juego un trasfondo que funciona razonablemente bien. Dirigida por los debutantes Clay Kaytis (animador en Walt Disney Animation Studios desde 1994) y Fergal Reilly (storyboarder) a partir de un guión de Jon Vitti (Alvin y las ardillas, Los Simpson), la película pretende explicar el origen del conflicto entre los pájaros y los cerdos y la razón de que aquéllos estén siempre tan enfadados. Al inicio se nos presenta una isla poblada por una comunidad de pájaros incapaces de volar que mayoritariamente viven en la felicidad más inocente y despreocupada, salvo un trío de inadaptados encabezados por “Red”, que nunca ha terminado de encajar a causa de su mal genio, y completado por “Chuck”, un hiperactivo pájaro amarillo y “Bomb”, un ave que en cuanto se pone nerviosa explota literalmente. Pero cuando la rutina de la isla se ve alterada por la llegada de un grupo de cerditos verdes que aparentemente han llegado en son de paz, pero serán los tres inadaptados y principalmente “Red” los que se pongan en alerta y traten de averiguar y frustrar los verdaderos planes de los visitantes.
La experiencia en el campo de los directores se deja notar con una animación colorista que se resuelve muy bien a golpe de slapstick y recordando a los buenos tiempos del cartoon de Bugs Bunny o el Correcaminos, y que de nuevo adquiere su punto álgido hacia el final, una vez desatado el conflicto con los cerdos verdes, en cuanto da lugar a unas coreografías llenas de dinamismo y buen humor. Esta película sin duda alguna es para toda la familia especialmente para los más pequeños de la casa que se divertirán y reirán muchísimo con esta animación con chistes simples pero muy divertidos. Este filme ya se encuentra en los principales cines del país.
Nota: 5.6