Como un hecho importante y que ratifica la necesidad de tener tolerancia cero con los abusadores de menores, calificó el senador Alfonso De Urresti el reciente fallo de la Corte Suprema que ratificó la sentencia al sacerdote Reilly y que confirmó, que una vez cumplida esta condena, en diciembre de 2018, será expulsado del país.
Cabe recodar que el Departamento de Extranjería del Ministerio de Interior había decretado la expulsión de Chile de Reilly. Sin embargo, la Corte de Apelaciones de Santiago decidió suspender dicha resolución, ante lo cual el Gobierno acudió ante la Corte Suprema, tribunal que finalmente ratificó el decreto de expulsión, estableciendo en consecuencia que el sacerdote debe abandonar Chile en diciembre de 2018, una vez que cumpla su condena.
“De esta manera -expresó De Urresti- se terminó con el deseo de una amplia red de protección que este sacerdote tiene en Chile y que buscaba convertir a un pedófilo confeso en supuesta víctima de una decisión administrativa, cuando de lo que se trata, simplemente, es que alguien que llegó al país como extranjero y permaneció así por largos años, deje el país que lo acogió, por haberse convertido en un peligro para la sociedad, que es la razón por la cual también se le quitó la nacionalidad”.
“No podemos aceptar que este pedófilo permanezca en Chile, poniendo en riesgo la integridad física y síquica de muchos niños y niñas. Y si bien ya es de excesiva condescendencia esperar para su expulsión el fin de su condena, la cual además tiene el beneficio de cumplir en libertad, me parece que su expulsión es un paso adelante en el sentido de demostrar claramente cero tolerancia con quienes abusan de menores y en este caso además lo hacen, resguardados tras una supuesta autoridad religiosa”, subrayó el senador.