De esta forma se considera este joven artista, que acá descubrió su vocación artística, que desarrolla reciclando leños de antiguas casas valdivianas que son desarmadas.
Claudio García fue uno de los cientos de jóvenes que todos los años llegan a Valdivia a iniciar sus estudios universitarios; en su caso de agronomía. Ya instalado en el sur una de las cosas que más le llamaron la atención fueron los montones de leña, arrumados para ser quemados; “lo que me horrorizaba”, recuerda. De esta forma comenzó a acercarse a la madera, lo que fue incentivando actitudes artísticas que eran desconocidas para él.
Primero fue un hobby, y luego un mecanismo para obtener recursos para financiar su estadía en Valdivia, Claudio comenzó a elaborar distintas obras a pedido.
La particularidad del trabajo de Claudio radica en la recolección de material desde las casas que van a ser demolidas en Valdivia. “Para mí esto tiene un trasfondo histórico súper importante. Mi trabajo es ir limpiando la madera, que siempre tiene partes con hongos, sectores que están podridos, y pintura. Cuando la voy limpiando, voy liberando la madera de sus cerrajes, de sus patinas y las pinturas que las tienen atrapada. Siento que cuando voy escarbando en eso encuentro la calidad de la madera. Ahí descubro alerces, laurel, roble, lingue, mañío: maderas nativas del sur de Chile que estuvieron cautivas en la pintura durante 100 ó 120 años,” señala.
Una labor que recuerda especialmente es cuando de la Universidad Austral le pidió hacerle un reconocimiento a Paul Landon, quien es conocido por el programa “Tierra Adentro”. “Busque una madera que tuviera un significado para él. Por eso, use las maderas que rescaté del techo del antiguo Teatro Cervantes, que se desplomó. Fue muy gratificante encontrar maderas de Araucaria, lo que para mí fue un mensaje, porque esto se dio en el contexto del incendio del Parque Conguillio.”
LaureAlerce: tienda-taller móvil
Apenas inició su trabajo artístico Claudio García buscó apoyo en el Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) – Los Ríos, postulando, infructuosamente, a algunos fondos. No obstante, esto no lo disuadió a seguir intentándolo. “Nunca bajé los brazos, porque en la vida cuando se quiere algo hay que insistir, lo que, desde ya, es algo positivo”, menciona. Su perseverancia dio resultados, y pudo ser favorecido con un Capital Semilla. “Para mí este fue un punto de inflexión en mi carrera artística, porque comencé a ver el arte de manera más sustentable. Con Sercotec me pude proyectar y ver que puedo dedicarme al arte por el resto de mi vida. Y, en ningún caso estoy arrepentido, porque esto es una pasión; para mí lo que me hace respirar y soñar”, comenta. De esta forma nació LaureAlerce, su emprendimiento artístico, caracterizado, especialmente, por la producción de aves en madera.
“Damos muchos fondos todos los años, pero no sabemos las implicancias personales que tienen para cada uno. En muchos casos le cambia la vida a una persona, como ocurrió con Claudio. En cierta medida, le quitamos un agrónomo al país, pero le dimos un artista y un empresario,” reflexiona Carlos Burgos, director de Sercotec – Los Ríos.
En 2014 Claudio García participó del Primer Emprendimiento Cultural, iniciativa inédita en el país, que ejecutó Sercotec en convenio con el Consejo Nacional de la Cultura y Las Artes (CNCA). Gracias a este proyecto pudo instalar su taller móvil, montado en una combi (furgón). “Para mí la combi es lo que mejor refleja mi forma de ser, porque este vehículo tiene mucho espacio pero es muy lenta. Yo me considero una persona con mucho espacio para crear, pero también me doy mi tiempo, porque el arte tiene que ser lento, ya que implica muchos momentos de inspiración y reflexión”, expresa.
Las obras de Claudio se pueden conocer visitando su Facebook www.facebook.com/taller.laurealerce?fref=ts, o contactándolo mediante el mail laurealerce@hotmail.com, o mediante los fonos (63) 2225837 ó al (09) 96773170.