Bernardo Berger Fett
Diputado de la República—
Angustiantes días. Vandalismo. Estado de Excepción. Demanda Social por cambios que han aguardado 30 y más años sin resolverse. Pese al ambiente enrarecido, soy un convencido que tenemos una gran y única oportunidad.
Si somos capaces de imponer sentido común, empatía, respeto mutuo y capacidad de escucha, tenemos una oportunidad histórica: Podríamos ser la generación que pase a la historia por haber hecho los cambios sin destruir la democracia y el estado de derecho.
No cometamos el error de nuestros antecesores y seamos autocríticos. Como sociedad nos hemos dedicado más a advertir la paja en el ojo ajeno que a ver la viga en el propio. Ninguno de los gobiernos que se han sucedido desde la vuelta a la democracia, han sabido dónde poner la prioridad; y somos todos culpables de ello, TODOS, pero estamos a tiempo de volver a sentarnos a la mesa y dialogar.
No es tarde para demostrar a Chile que sí se puede. Es tiempo de dejar de lado las peleas pequeñas y generar urgentemente un nuevo Pacto Social.
Lo que ha sucedido en nuestro país, no es responsabilidad exclusiva de un sector social, laboral, gremial, político o económico. Todos tenemos responsabilidad para cambiar el país, para dejar atrás este Chile del Desapego que hemos presenciado en los destrozos, desmanes, en el odio irracional, y volver al Chile de la Solidaridad.
Hay cambios urgentes que deben abordarse con compromiso como lo planteó el Presidente Piñera junto a una ruta de trabajo. Pero deben abordarse con sentido común, con mirada de futuro y sobre todo con los pies bien puestos en las verdaderas capacidades nacionales para sustentarlos, para no caer en el populismo fácil que a la vuelta de la esquina nos deje peor de cómo estamos.
No hay mal que por bien no venga. Al menos yo quiero mirar con optimismo el futuro. Podemos demostrarle a Chile que nuestro compromiso, en lo que nos toca como líderes políticos, es real y sincero, asumiendo con empatía, pero también con responsabilidad y apego constitucional, las demandas ciudadanas.
Confío firmemente que éste puede y será el gobierno que lleve adelante esos cambios. Y espero que desde el Congreso, los partidos políticos y las organizaciones sociales estemos a la altura de los desafíos que la gente nos impone.