Del Everest a Valdivia: Destacada deportista nacional desarrolla charla motivacional a estudiantes de la USS

Patricia Soto, la primera mujer sudamericana en conquistar la cumbre más alta del mundo, participó de la “Conferencia Líderes USS: Liderazgo para grandes desafíos”, uno de los principales enfoques extracurriculares que entrega la casa de estudios en su proyecto educativo.

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Con la finalidad de entregar una experiencia de vida a estudiantes que inician la educación superior, la destacada atleta Patricia Soto Bórquez desarrolló una charla motivacional en la Universidad San Sebastián (USS en la que relató uno de sus mayores logros en el deporte nacional: el ser la primera mujer sudamericana en llegar a la cima del Monte Everest.

Tal hazaña la concretó el 23 de mayo de 2001, luego de dos meses y 17 días desde su salida en Santiago, en compañía de seis montañistas que ascendieron al monte Everest, incluyendo otras 3 escaladoras: Vivianne Cuq, Cristina Prieto y Andrea Muñoz. Ese día, Soto fue la primera del grupo en lograrlo, convirtiéndose en la primera chilena y sudamericana en hacerlo.

Esta charla motivacional se generó en el marco de la “Conferencia Líderes USS: Liderazgo para grandes desafíos”, uno de los principales enfoques extracurriculares que entrega la casa de estudios en su proyecto educativo.

Soto, quien actualmente se desempeña como académica de la carrera de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza de la Universidad San Sebastián (USS), relató que lo más complejo de aquella gesta fue la convivencia humana, «porque si bien nos conocíamos, nunca habíamos estado tanto tiempo juntos, y además en una situación de tanto estrés y riesgo».

Pero ¿por qué ir al Everest? Aquí, Soto detalla que su amor por el montañismo nace durante su infancia subiendo cerros en Melipilla durante paseos familiares. Ya en su etapa universitaria esta actividad se consagró al ascender al cerro Provincia, camino a Farellones. «Me di cuenta que hacer esto me era cómodo, me gusta la libertad y tranquilidad que se siente arriba en las montañas, y la gente que conoces. Además, si hay alguien que es inclusivo es el cerro, porque no le importa tu apellido, de qué región eres, de qué país, si tienes plata o no… Nos trata a todos por igual», relató.

Con sus 8.849 metros de altura el Everest está plagado de historias de éxito pero también de fatales intentos por hacer cumbre. Vientos fríos a más de 160 km/h con temperaturas de -34º son las condiciones más recurrentes del monte. Sobre esto, Soto sostiene que “el tema del peligro es bien subjetivo. No lo encuentro peligroso porque es un ambiente en que me siento cómoda, porque me entrené y preparé para hacer eso. Eso no quita que el riesgo esté siempre, pero uno se mentaliza y prepara técnicamente para afrontar esos desafíos. Se me dio la oportunidad, me invitaron a participar de la expedición, lo que no es algo que pase todos los días, sobre todo a mujeres de esa época”.

Se calcula que, desde la primera vez que se registró una expedición al Everest (Edmund Hillary y Tenzing Norgay el 29 de mayo de 1953), unos 7 mil montañistas han ascendido a la cumbre y más de 300 han muerto en el intento.

Con todo, la montañista reconoce que actualmente los viajes al macizo se han simplificado gracias a la tecnología, cosa muy distinta a lo de antes. «Hoy se contrata a una empresa que realiza toda la logística, con lo que en un mes subes y bajas. Ahora muchos entrenan en cámaras hipobáricas (cámaras usadas para simular los efectos de la altitud en el cuerpo humano) y te aclimatas, lo que es muy útil, una ventaja que en nuestra época no teníamos».

Sobre el rol de la mujer en la sociedad y sus posibilidades de desarrollo en el mundo actual, la académica precisó que “todos los grupos tienen sus luchas hoy en día, y por cierto que las mujeres es uno de estos grupos. Todos siempre estamos luchando por algo, por mejorar nuestras condiciones de vida, nuestras posibilidades, y las mujeres son un ejemplo más, yo formo parte de ellas y feliz que estén organizándose porque hay cosas que mejorar, y que si no las empujamos nosotras no las va a empujar nadie”.

Al finalizar, la deportista instó a los estudiantes a aprovechar cada momento de la educación superior, apuntando a que “la universidad es algo más que los ramos y su enseñanza, es ser mejores personas, y eso te lo da la transversalidad, el tomar asignaturas de otras áreas, compartir con gente de otras carreras. Eso a mí me dejó mucho más que mi carrera en mi experiencia universitaria”.

Reacciones

Ian Schade, estudiante de Ingeniería Civil Industrial de la USS, destacó la realización de la charla y precisó que «me pareció una actividad muy provechosa a la hora de sacar aprendizajes más reflexivos, en torno a la perseverancia, la paciencia, al liderazgo y a la comunicación».

Mónica Jara, directora de Formación y Contenido de la Escuela de Liderazgo USS, invitó a los estudiantes a ser parte del proyecto Líder USS, el cual dijo se enfoca “en el desarrollo de profesionales con una sólida vocación de servicio, quienes progresivamente a través de la participación en distintos programas avanzan en una ruta formativa que potencia sus conocimientos y habilidades transversales, para convertirse en líderes que impactan positivamente en la sociedad.»

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