El dilema de la Presidenta

Por. Ena von Baer. Senadora Región de Los Ríos

Durante la campaña de la Presidente Bachelet su equipo consideró un crecimiento económico de 4,5% como base para financiar su programa, a esto sumaron los ingresos de la reforma tributaria. Basados en estos cálculos prometieron: revolución en infraestructura hospitalaria, reforma escolar que pondría fin al lucro y al copago, aumento del sueldo de los profesores, y  gratuidad universal en educación superior. Paralelamente plantearon una reforma laboral y el cambio de la constitución.

Lo que no calcularon fue que las reformas estructurales  produjeron incertidumbre en el mercado y que la tributaria tuvo un efecto negativo sobre la inversión. El resultado era  bastante obvio para quienes no están obnubilados por las ideologías de izquierda: el crecimiento económico se frenó, lo que produjo una fuerte reducción de los ingresos del Estado. De hecho la ley de presupuesto de este año fue proyectada por el entonces Ministro Arenas con un crecimiento del 3,6%. Esta semana el Ministro Valdés reconoció que el crecimiento alcanzará sólo un 2,5%. Por lo tanto, cayeron de un 4,5% calculado durante la campaña, a un 3,6% proyectado el año pasado, llegando a un magro 2,5% para este año.

Pero eso no es todo. EL Ministro reconoció en el Congreso que no se lograría el déficit de – 1,9% que había prometido el Ministro Arenas, porque el Gobierno, sin aprobar todavía las reformas más costosas para el Estado ya tiene un gasto mayor que el presupuestado. Pasamos entonces de un déficit de 0,6% del último año del Gobierno del Presidente Piñera, a uno de -3,0%.

El Ministro lo dijo: las reformas no se pueden realizar con este crecimiento económico, y el crecimiento está siendo afectado por  las reformas estructurales. La Presidenta no va a poder cumplir con las reformas sociales como la gratuidad universal de la educación superior, y no debiera avanzar en el la reforma laboral y la reforma constitucional, para no seguir frenando el crecimiento. El daño de la reforma tributaria ya está hecho. Lo más doloroso es que las familias más vulnerables y de clase medida no tendrán educación gratuita, y ya están sufriendo el aumento del desempleo y de la inflación. Y ahora, ¿quién podrá ayudarnos? El Ministro lo dijo: el crecimiento económico. La pregunta es si aquellos obnubilados por las ideologías de izquierda en la Nueva Mayoría, van a seguir al Ministro Valdés

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