Gendarmes de la Unidad Penal de Río Bueno han manifestado su preocupación por la actual situación laboral que enfrentan, la cual se ve marcada por una significativa recarga de trabajo y la falta de dotación de personal necesaria para operar en condiciones adecuadas. Las declaraciones provienen del presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales Penitenciarios del Ranco (ANSOG), quien expresó públicamente su descontento con la administración actual de la unidad.
El dirigente gremial, Fernando Madariaga, señaló que, si bien se agradece la reciente apertura de la unidad penal y el ingreso de internos, existe un grave problema con la asignación de personal. Muchos funcionarios que trabajaban en Valdivia, en espera de la apertura de la Unidad en Río Bueno, no han sido transferidos al recinto como se había planeado. Esta situación ha derivado en una escasez de gendarmes que, según Madariaga, afecta directamente la seguridad del lugar y la calidad del trabajo de los funcionarios.
Actualmente, la dotación de la unidad se encuentra con un déficit significativo. Inicialmente, la unidad contaba con alrededor de 70 funcionarios, pero debido a jubilaciones y traslados, el número ha disminuido a solo 66, de los cuales únicamente 45 se encuentran operativos. La situación ha llevado a que los gendarmes restantes se vean obligados a asumir cargas laborales que exceden lo razonable, afectando la capacidad de garantizar seguridad tanto dentro del recinto como hacia la comunidad de Río Bueno.
Otro punto crítico mencionado por el dirigente gremial es la falta de personal paramédico en el recinto. Se informó que, tras el cierre temporal de la unidad y su traslado a Valdivia en 2018, cuatro paramédicos que pertenecían a la dotación original de Río Bueno no han sido devueltos. Esto ha ocasionado una situación en la que, durante el turno nocturno, el recinto queda sin personal médico disponible, lo cual compromete la posibilidad de responder adecuadamente a emergencias y brindar primeros auxilios a los internos.
Fernando Madariaga enfatizó que, como gremio, se encuentran en estado de alerta, exigiendo la restitución del personal necesario para operar en condiciones dignas y seguras. En sus palabras, la dotación de personal debe cumplir con los estándares que permitan no solo la seguridad interna del penal, sino también la de la comunidad de Río Bueno. Asimismo, subrayó que no permitirán la reasignación de personal a funciones para las cuales ya han cumplido su tiempo de servicio, como es el caso de algunos funcionarios con años de experiencia a quienes se les pretende reasignar labores de vigilancia en garitas.
El Presidente de ANSOG afirmó que ha intentado llevar estos reclamos ante el Director Nacional en Santiago, pero aún no han obtenido una respuesta concreta. Hasta que estas demandas sean escuchadas y resueltas, los gendarmes de Río Bueno continuarán movilizados y en estado de alerta, buscando garantizar condiciones laborales justas y la debida seguridad para los internos y la comunidad.