Valentina y Luciana respiran desde los 4 años la disciplina y rigor que el ballet requiere.
Con menos de 15 años pero con mucho esfuerzo, dedicación y el apoyo de su familia
han conseguido trofeos y reconocimientos en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos,
optando ambas a una beca para tomar cursos en este último país, con la expectativa
de extender su estadía allí. El sueño, formar parte del Royal Dance de Reino Unido e
incluso algún día presentarse en la Opera de París.
Valentina y Luciana Estévez Dalleto, de 14 y 12 años respectivamente, son dos hermanas
prodigios del ballet chileno, a su corta edad han cautivado los corazones de muchos con su
gracia y destreza en el escenario. Su travesía en el mundo del ballet comenzó temprano,
cuando Valentina, a los 4 años, siempre inquieta y bailando en cualquier lugar, su familia la
motivó e inició clases en esta danza clásica y sin quererlo, sumergió toda su pasión en ella. De
cerca la observaba su hermana Luciana, dos años menor, quien no dudo en seguir sus pasos.
Su entrega y dedicación las llevaron desde la pequeña escuela de ballet “La Academia”, a
instruirse bajo el alero de la Escuela del Teatro Municipal de Santiago, y desde ahí hasta
prestigiosos escenarios internacionales. Han competido en Argentina, Brasil, México,
Alemania, Mónaco y Portugal entre otros lugares, acumulando becas para instituciones de
renombre como el Houston Ballet y el Joffrey Ballet en Nueva York.
Sin embargo, sus carreras en la danza no han estado exento de desafíos. En un país donde las
oportunidades en ballet son limitadas, su familia ha sido su mayor apoyo. Su padre, Jorge
Estévez, con una gran determinación en apoyar a sus hijas en esta aventura, ha reorganizado
su vida para acompañarlas y siempre estar presente, actuando como un maestro más en su
formación. En esa línea, tras el estallido social en 2019 y el posterior encierro producto de la
pandemia de Covid-19, las hermanas Estévez y su familia se vieron frente a la nueva
normalidad donde incluso los ensayos pasaron a realizarse online. Pero la preocupación de
Jorge no le permitió conformarse con eso y buscó alternativas para poder reforzar las prácticas
y así prepararlas para el regreso a la presencialidad. Ahí llegó a golpear la puerta de Studio
Ballet Cecilia Arrua, lugar en donde encontraron un mundo completamente nuevo; su maestra
las llevó muchos niveles más allá del que conocían. Logrando después de 12 meses ser parte
del grupo de nivel avanzado con tan solo 12 y 10 años.
Entre competencias y presentaciones, Valentina ha sido reconocida con Medallas de Plata y
Bronce en Danzamérica 2022, selecciones al Gran Premio Latinoamericano 2023 y Youth
American Grand Prix México 2023, becas The Rock School for Dance Education en Filadelfia
(2022) y al Joffrey Ballet en Nueva York (2023).
Y no por ser menor Luciana se queda atrás, ella obtuvo Medalla de Oro en Danzamérica 2022,
Finalista en el Gran Premio Latinoamericano 2022, Medalla de Plata Danzamérica 2023,
Medalla de Plata Gran Premio Latinoamericano 2023, Finalista en Youth American Grand Prix
México 2023, seleccionada Finalista a Youth Amrecian Gran Prix New York 2024. Becas al
Houston Ballet, Miami City Ballet, Bolshoi do Brasil, Hamburg Ballet, Ballet Hispánico de Nueva
York y La Academia Princcess Grace Monte Carlo.
A pesar de los obstáculos, Valentina y Luciana sueñan con un futuro brillante en escenarios
internacionales como el Royal Dance de Inglaterra o la Ópera de París. Pero para alcanzar estas
metas, necesitan el apoyo de su comunidad, entrando nuevamente en juego la determinación
de su padre, quien decidió crear un proyecto de danza exclusivamente pensado en la
formación de futuras intérpretes de danza. Nace así el Proyecto Virtuose (@virtuose_cl). En
donde reúnen maestros de la talla de Marta Hertz, una de las fundadoras del ballet de
Santiago y ex Directora de la Escuela del Teatro Municipal, junto con un selecto grupo de
alumnas, con el fin de prepararlas lo mejor posible para que puedan ir a terminar sus carreras
en el exterior complementándolo con las becas disponibles.
El Proyecto Virtuose busca reunir recursos para su formación continua y oportunidades de
audición en el extranjero. Cada donación no solo alimenta sus sueños, sino que también
invierte en el futuro del ballet chileno.
Valentina y Luciana no son solo talentos emergentes, son embajadoras de la pasión y la
perseverancia, representan la determinación de un grupo de jóvenes talentosas que encuentra
en la danza su propia esencia y han decidido dedicar sus vidas a ella, sin importar los desafíos
que se presenten en el camino, dejando en claro el potencial ilimitado de la juventud cuando
es apoyada.
Portafolio:
https://www.lucianaestevez.dance