En la ciudad de Temuco se realizó el funeral de la hermana Carmen Solís. Una madre que dejó huella en Río Bueno trabajando en el Colegio Santa Cruz, donde su alegría, fe y capacidad acogedora, nunca pasaron desapercibidos.
Integrante de la Congregación Hermanas Maestras de Santa Cruz (Suiza), la madre Carmen Solís Solís, falleció a los 100 años en la ciudad de Temuco. Tras una vida de servicio a los demás, mucha oración y penitencia, la hermana Carmen dejó una huella imborrable tras su paso por la comuna de Río Bueno, donde se integró a la enseñanza del Colegio Santa Cruz.
La directora del establecimiento, Gilda Pérez, explica que “el 2017 la hermana Carmen cumplió 70 años de vida religiosa, ella pasó gran parte de su vida en la Congregación Santa Cruz y fue una religiosa feliz de su misión y vocación (…) Ella estuvo mucho tiempo en Santiago y después llegó a Río Bueno, donde entregó mucho cariño y fue muy cercana a los estudiantes”.
Gilda agrega que “el año pasado sufrió una caída, lo que provocó que tuviese que irse a una casa porque requería mayores cuidados (…) le encantaba aprender, miraba noticias por internet, usaba correo electrónico, tejía y leía muchísimo. Siempre me llamó la atención su capacidad para transmitir alegría y de adaptación a los niños”.
Cuando cumplió sus 100 años de vida en Temuco, se leyeron lecturas bíblicas enfocadas en el amor y la alegría. Carmen estuvo cinco años en el Colegio Santa Cruz en Río Bueno y se crío en La Unión, tiene familiares en esa ciudad y también en Puerto Nuevo, de ahí su cariño por la Provincia del Ranco y el campo del sur de Chile. La madre hacía una lista de todas las personas que estaban enfermas y rezaba por ellas realizando una vida de oración y fe.
El alcalde de Río Bueno, Luis Reyes, asistió a la Capilla de la Casa Provincial de las Hermanas de la Santa Cruz en Temuco. Tras conversar con las religiosas que asistieron a la madre en sus últimos días, dijo que “entregamos nuestro pesar y solidaridad porque han desarrollado una gran labor en nuestra comuna. En lo personal, siempre me llamó la atención la gran labor evangelizadora que hizo la hermana Carmen, sin lugar a dudas, que dejó una huella imborrable en su paso por Río Bueno, donde será recordada con mucho amor y cariño”, concluyó.