La izquierdización de la derecha.

Felipe Mancilla Concejero Nacional de R N , Egresado de Derecho

Ha pasado un año ya desde las elecciones presidenciales, momento histórico y crítico para la derecha chilena, alcanzando una pérdida de votos cercana a un millón trescientos mil votos respecto al triunfo del Presidente Piñera, siendo derrotados por una diferencia abismante, impropia de la distancia real que existe entre las 2 grandes  coaliciones políticas en la realidad.

Luego de tales resultados resulta propio comenzar a realizar todo tipo de análisis y conclusiones, inclusive las más catatróficas, pero manteniendo un cierto nivel de cordura, sin caer en transformaciones de tal magnitud que atenten contra la escencia de lo que ha sido históricamente la derecha en nuestro país.

Esta semana Renovación Nacional celebrará un Consejo Nacional doctrinario con el objeto de crear una nueva declaración de principios, el cual  busca -se supone- «modernizar a la derecha a los tiempos de hoy». Es irrisorio pensar que esta nueva declaración de principios surgió tan escuetamente por un sector que expresó la necesidad de eliminar toda declaración que exista en referencia al 11 de septiembre de 1973, razón que me resulta de toda lógica, toda vez que un hecho histórico no debe ser parte de una declaración de principios, pero aquello no significa que aquel hecho que hoy divide dentro del sector conlleve a una nueva carta guía en materia de principios.

Me resulta alarmante en este tema ver tanta diversidad en grandes temas que siempre nos han marcado y diferenciado como sector, principalmente en los temas valóricos, viendo hoy en los medios de comunicación y redes sociales discursos propios de militantes del PS, PPD, inclusive del PC. Pero ojo, mi intención no es cuestionar la posibilidad que las personas pudieren pensar de una manera distinta a la mia, o criticar las visiones de aquellos partidos , mucho menos criticar el que hoy existan  movimientos sociales que irroguen grandes reformas en temas valóricos en el supuestamente llamado «Chile de hoy» -las cuales no comparto-, ni tampoco que existan militantes de RN que se hayan dado cuenta con el tiempo que sus posiciones y principios valóricos han cambiado. Pero, ante estos hechos me pregunto, es RN quien debe renunciar a su identidad, valores y principios por los cuales fue creado, los que hemos defendido a lo largo del tiempo de manera irrestricta, abadonando  todo lo que nos ha diferenciado, a la visión de sociedad que siempre hemos considerado como la más idónea -inherente a nuestro sector-, modificando toda la filosofía de una colectivad política en desmedro de la visión de personas de manera individual, o resultaría más propio que quienes consideren por ejemplo la posibildad de legislar en favor del aborto, del matrimonio igualitario entre otros temas, que ya no se sienten identificados con los principios de la derecha chilena, que den un paso al costado y libremente militen en un partido que sí abogue en pro de su visión de sociedad, dando un paso al costado.

Pareciera ser que hoy avergonzara decir que una persona es de derecha, existiendo una tendencia descriteriada de renegarla en su escencia y enmarcarse hoy en una cuerpo nebuloso sin cuerpo ni alma llamado centro, donde nadie sabe aún con claridad que significa  con exactitud ser de centro, más que una clara ntención de desconocer a la derecha con el objeto de poder con mayor ambigüedad tratar ciertos temas que den la libertad de tomar posiciones que generen más votos, abandonando muchas veces todas aquellas ideas que algún día nos hicieron ingresar a la gran mayoría de militantes a lo que hasta hoy conococemos como Renovación Nacional.

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