Por Felipe Mancilla Consejero nacional R N egresado de Derecho .
El día de ayer la cámara de diputados aprobó las indicaciones hechas por el Senado al proyecto que fortalece la figura de los Consejeros Regional. Este proyecto ya fue enviado al Ejecutivo por lo que sería ley dentro de poco. Pero, ¿es realmente un fortalecimiento a la institución de los Consejeros Regionales?. Desde una mirada simple podríamos decir que sí, toda vez que sin duda es un avance, busca mejorar las condiciones de dicha autoridad. Pero por otro lado, siendo más acuciosos, nos encontramos con que esas mejoras en las condiciones, son casi todas – si no es en su totalidad- completamente de carácter económico, y no buscan realizar cambios de fondo, entregando mayores atribuciones o fiscalización en pro de efectuar un mejor rol en el desempeño de su cargo.
Por ejemplo, ésta ya casi ley, incrementa en un 100% la dieta de los consejeros regionales, de 10 a 20 UTM, por la asistencia a la totalidad de las sesiones, disminuyendo proporcionalmente las inasistencias. Tambiénse considera un 20% extra para quien desempeñe el cargo de presidente del Consejo.
Por otro lado, cada CORE recibirá una dieta de 4 UTM, hasta por un máximo de 12, por asistencia a cada sesión extraordinaria.
Asimismo, se establece que los CORE, cuando estén representando al consejo regional en algún cometido, tendrán derecho a percibir fondos para alimentación y alojamiento, que no estarán sujetos a rendición y serán equivalentes al fondo del viático que hoy recibe el Intendente. Lo mismo ocurrirá al asistir a sesiones del consejo y comisiones cuando ello les signifique trasladarse fuera de su lugar de residencia habitual.
Hasta aquí sólo vemos mejoras económicas, por la mismas obligaciones o labores ya existentes, que siendo críticos, más que mejorar la figura de consejero regional, sólo viene a mejorar los ingresos que percibirán quienes ejerzan este cargo. Si bien es cierto, era necesario una mejora en los salarios y viáticos, esta debía ir de la mano con otro cambio, uno sustancial, entregando mayores atribuciones a los CORES, aumentar su labor, hacer referencia a la dedicación y al tiempo que cada autoridad que significará ejercer esta labor, y en general, entregarle un mayor protagonismo en la elaboración de políticas locales.
Quizás lo único positivo en este actual proyecto, es la incorporación de quienes ejerzan el cargo de CORE, al sistema de pensiones, de vejez, de invalidez y de sobrevivencia, además de quedar sujetos al seguro contra riesgo de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, como también la posibilidad de capacitarse en materias de su competencia con recursos del gobierno regional.
Sin duda, es un avance, pero queda mucho por mejorar en esta materia, siendo imperativo que los gobiernos regionales, busquen establecer el debate que vaya en la línea de una mejora no sólo económica sino que integral, de tal manera de poder tener un rol de autoridad con mayores atribuciones