Policía y comunidad ¿cómo mejoramos la sensación de seguridad?

 

Prefecto Victor H. Pérez Oliva

Jefe Prefectura Provincial Valdivia PDI

 

Según muestran las encuestas de opinión publicadas por los principales centros de estudios del país, el tema de la delincuencia y la seguridad continúan siendo una de las prioridades de las personas independiente a la ciudad en la que residan. En este sentido, lo relativo a la llamada “percepción de seguridad” ocupa un lugar importante en el debate actual debido a la brecha entre quienes han sido efectivamente víctimas de delitos, y aquellos que perciben que la delincuencia ha aumentado en el país o creen pueden estar expuestos a algún ilícito.

 

En efecto, según los resultados aportados por la más reciente encuesta ENUSC, el año 2014 la “percepción” acerca del aumento de la delincuencia en Chile experimentó un alza respecto al año 2013. Este incremento no sólo ratifica el tema de la seguridad como prioritario para el desarrollo del país, sino que pone en el centro de la atención el rol que las policías deben cumplir en el tema, tanto de la perspectiva de la investigación de delitos, como de la prevención estratégica y la seguridad pública y ciudadana.

 

En el caso de la PDI, este rol tuvo su punto de inflexión a partir del terremoto del 2010 donde, tras la catástrofe, “las balizas azules” entregaban seguridad a aquellas personas que temían a las réplicas y los saqueos en sus barrios. Esta presencia, la que a contar de este hecho se volvió más frecuente, generó un acercamiento hacia la comunidad configurando un nuevo tipo de relación entre ciudadanos y policías.

 

El impacto que este relacionamiento generó en la disminución de la sensación de inseguridad, ha sido recogido por nuestra institución no sólo como un insumo reflejado en una positiva valoración ciudadana; consecuente a nuestra misión, lo asumimos como una responsabilidad que a diario complementamos realizando más charlas a la comunidad, llegando a zonas de difícil acceso, mejorando nuestra atención a víctimas y denunciantes y en suma, creando condiciones que contribuyan a reforzar la confianza en nuestros policías.

 

En regiones como Los Ríos -donde afortunadamente la victimización aún es relativamente baja considerando el promedio nacional- esta confianza se refleja también en un aumento en las denuncias como consecuencia de las expectativas en torno a la labor investigativa. Hoy en día la denuncia no sólo busca aclarar un delito, sino evitar la comisión de otros ilícitos, articular estrategias de prevención y perfeccionar la atención a víctimas; ventajas que día a día, afortunadamente, van haciendo más eco en la comunidad.

 

Pero todo esfuerzo por disminuir la sensación de inseguridad en las personas debe trabajarse de manera conjunta y en este escenario, la comunidad también cumple un rol primordial. Junto a la denuncia, es nuestro deber como policías, fomentar aquellas medidas de autocuidado que permitan evitar los delitos que afectan más comúnmente a las personas.

 

La coordinación intervecinal y con familiares es clave, informarse respecto a las distintas iniciativas públicas para disminuir la delincuencia e impulsar la participación ciudadana, son medidas que también pueden tener impacto en el temor, de manera que abordemos como sociedad este fenómeno. Esta mirada integral es la única coherente con una comunidad en la que no sólo existan menos delitos, sino sobre todo, donde los ciudadanos puedan vivir sin miedo.

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