Carol Hewstone , Directora de Pedagogía en Educación Diferencial Advance, sede Valdivia , Universidad San Sebastián
Hace pocos días se han difundido los resultados de la encuesta realizada por la Fundación 99 a docentes de escuelas rurales, un análisis realista, preocupante y que releva la desigualdad del sistema educativo en nuestro país, brecha que se ve reflejada en la escuela rural.
Los datos muestran desafíos que siguen siendo un llamado de atención a las autoridades: el 79% de las escuelas no cuentan con señal de Internet, 39% de los encuestados declara que faltan dispositivos tecnológicos y un 40% menciona la ausencia de recursos educativos adecuados para el contexto rural. Llama la atención también que un porcentaje importante de docentes que se desempeñan en este contexto declare la falta de capacitación didáctica para escuelas multigrado.
Sin lugar a duda, un panorama poco alentador para pensar en disminuir la brecha educativa y avanzar en equidad, aun cuando la percepción de los docentes frente al aprendizaje alcanzado aumenta significativamente en relación con el periodo de pandemia. Pero al mirar con detención vemos cómo la creatividad, empatía y el pensamiento crítico son aprendizajes poco desarrollados por estudiantes de contextos rurales.
Urge entonces que las acciones impulsadas por el Ministerio de Educación a través de la política “Seamos Comunidad” ponga especial atención en redoblar los esfuerzos para acompañar al profesorado de escuelas multigrado en capacitaciones que respondan a sus realidades y necesidades territoriales; mayores recursos que favorezcan la exploración e indagación en contextos rurales para apuntar a la articulación e integralidad de los aprendizajes; énfasis en trabajar desde la riqueza de la ruralidad para hacer vida la Estrategia de fortalecimiento de la innovación y educación integral propuesta.
Por otro lado, es necesario que la convocatoria realizada por el Presidente de la República para el Plan Nacional de Tutorías, cuente con una mirada descentralizada que permita llegar a todos los rincones del país, de la mano no solo de voluntarios, sino del esfuerzo que hagan las instituciones formadoras de profesores para avanzar en la construcción de espacios diversificados, flexibles y amigables para los niños, niñas y jóvenes de los contextos rurales. Por el derecho a aprender y enseñar en equidad.