LUIS SERGIO GALLARDO SALAZAR
GOBERNADOR PROV. DEL RANCO
Los recientes anuncios, hechos por la Presidenta Bachelet, en orden a que seránecesario reordenar la priorización financiera, asignada a los programasyproyectos comprometidos para su período presidencial, como consecuencia de la disminución en los ingresos fiscales, provocada, entre otras cosas, por la baja del precio del cobre, el menor aporte de la reforma tributaria y un crecimiento económico condicionado por los factores ya indicados, han dado pie para que, algunos personeros de la oposición, saquen cuentas alegres y vean, en esta decisión presidencial,de absoluto realismo político, una renuncia a lo propuesto en el programa de gobierno y un supuesto incumplimiento de lo ofrecido a la ciudadanía.
La verdad; sin embargo, es absolutamente distinta a la premonición de estos “augures” del desastre.
Entendemos que quieran minimizar las acciones del gobierno; porque, como todos saben, se han opuesto, desde el comienzo, a las transformaciones sociales que buscan disminuir la brecha brutal de desigualdad que impera en nuestro país.
Nada les gustaría más que ver el fracaso de un proyecto político que apunta a terminar con los privilegios de unos pocos; particularmente, en el aspectosocioeconómico, donde la desigualdad es más evidente. Recordemos, a este respecto que, el modelo de economía de mercado y el tutelaje constitucional, ejercido por medio del sistema binominal hoy abolido, le permitió, a esa minoría, usufructuar de las exageradas ganancias de las AFP y de las ISAPRES, así como de los monopolios del “retail”, de las “colusiones” de las farmacias y de todas aquellas empresas que prosperaron al alero del régimen pinochetista.
Sin embargo, la situación es muy distinta.
La Presidenta, ni ha olvidado lo que comprometió en su programa degobierno; ni dejará de cumplir su propósito de disminuir las enormes desigualdades sociales.
Lo que ha señalado es que, teniendo presente los negativos factores financieros, internos y externos, que disminuirán los recursos necesarios para avanzar en las reformas, con la celeridad que se deseaba, será inevitable readecuar el cronograma de éstas y priorizar su desarrollo de manera distinta, pero sin abandonar o renunciar al objetivo central que tiene como propósito mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables.
“REALISMO SIN RENUNCIA”, ha dicho la Presidenta; es decir, adecuación del ritmo y de la intensidad pero sin abdicar de lo comprometido.
No hay, como alguien ha dicho, una traición a quienes la eligieron. Tampoco es “un error involuntario”. Es, pura y simplemente, una adecuación del programa, a la luz de la nueva situación económica nacional e internacional. Recordemos que, el precio del cobre se fija en los mercados extranjeros y que, el crecimiento del país está condicionado por la inversión que se ha tornado esquiva y mezquina, fundamentalmente,de parte de quienes, teniendo los recursos, no quieren aportar con un margen mayor de tributación y por eso mismo, no invierten en nuestro país.
Tampoco, como alguien livianamente lo ha proclamado, hay un fracaso del gobierno.
Ahí están todas las reformas aprobadas en poco más de un año de gestión y las obras ejecutadas en tan corto período de tiempo.
Lo que no ha habido es populismo y por eso, a vía de ejemplo, la Presidenta rechazó la idea de apoyar un proyecto que pretendía que,los jubiladoshipotecaran sus viviendas, para acceder a un mejoramiento de sus pensiones, endeudándose con los bancos; protegiendo así la imagen de las AFP que son, en definitiva, las únicas que se han beneficiado con las cotizaciones de los trabajadores, obteniendo utilidades multimillonarias que son una verdadera afrenta a los jubilados.
Pretender usar las necesidades de los pensionados y no atacar la raíz del problema que radica en el pésimo sistema previsional vigente es populismo puro y para eso el gobierno no se presta.
En suma; “REALISMO SIN RENUNCIA”; una muestra clara de la seriedad y responsabilidad con la que se debe enfrentar el nuevo escenarioeconómico presente en nuestro país.