Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl
Conferencista, escritor e investigador (PUC)
No obstante que la idea de que ambos géneros tienen las mismas habilidades y
capacidades matemáticas esté ampliamente aceptada entre los científicos y expertos
en el tema, la comprobación y la noticia han tardado demasiado tiempo en llegar,
tanto a manos de los profesores como así también de los padres, quienes pueden
llegar a desempeñar un rol marcadamente negativo al alejar a las niñas de las ciencias
y las ingenierías que cuentan con materias con un alto grado de matemáticas.
¿Por qué razón resulta tan relevante destacar lo anterior? Muy simple: aún hoy, los
padres y los profesores continúan manteniendo vigente el “estereotipo de que los
varones son mejores en matemáticas que las niñas”, estereotipo que puede tener un
gran impacto en las niñas a las que se les dice que se mantengan alejadas de la
ingeniería o las ciencias físicas porque… “las niñas no pueden hacer los cálculos”.
Los científicos saben ahora que “los estereotipos afectan el rendimiento de las
personas”, al punto que la Dra. Janet Hyde, profesora de Psicología y Estudios de la
Mujer en la Universidad de Wisconsin, asegura que existe mucha evidencia de aquello
que se llama la “amenaza estereotipada”, la que puede frenar a las mujeres en
matemáticas.
Es así, por ejemplo, que si antes de una prueba de matemáticas se da a entender al
grupo que debe rendir dicha prueba que las mujeres deberían esperar obtener
resultados peores que los hombres, eso termina por perjudicar el rendimiento de las
mujeres y se transforma en una suerte de “profecía autocumplida”.
Asimismo, sucede que los padres y los profesores entregan pequeños mensajes
implícitos acerca de lo buenos que esperan que sean los niños en diversas materias, lo
cual, afecta poderosa y positivamente el concepto que tienen los niños de sí mismos
sobre sus capacidades, y cuando el varón decide especializarse en física o
matemáticas, esto puede convertirse en un factor importante y muy favorable para el
varón, en detrimento de las niñas.
Un estudio norteamericano muy extenso y de gran envergadura, realizado por
investigadores de la Universidad de Wisconsin, publicado en la Revista Science,
derribó, finalmente, la idea de que los hombres son mejores que las mujeres en
matemáticas, gracias a la evidencia obtenida de numerosos datos recabados de los
test anuales que se realizan en diez estados norteamericanos, lo que permitió analizar
el rendimiento de más de siete millones de niños y niñas, encontrando que “no existen
diferencias significativas en ninguno de los años escolares”.
Otro estudio realizado por la Dra. Janet Hyde y su equipo de expertos demostró que
las habilidades matemáticas de niños y niñas, así como de hombres y mujeres son,
sustancialmente, iguales. La investigación publicada en la revista Psychological Bulletin
consistió en el examen sistemático de 242 artículos científicos que evaluaron las
habilidades matemáticas de 1.286.350 personas entre el año 1990 y el año 2007. Estos
estudios analizaron a este numeroso grupo de personas desde que ingresaron a la
escuela primaria hasta su ingreso a la universidad y más allá.
Un tercer estudio realizado por investigadores taiwaneses publicado en el año 2022 en
la revista Brain and Behavior utilizando imágenes por resonancia magnética (IRM)
destaca el hecho que la percepción de que los campos Ciencia, Tecnología, Ingeniería y
Matemáticas (STEM en inglés: Science, Technology, Engineering and Mathematics) era
un dominio exclusivo de los varones, resulta ser equivocada, por cuanto, se demostró
que las estudiantes no presentaban un rendimiento inferior al de sus compañeros
varones en matemáticas y ciencias.
El grupo de investigadores taiwaneses, liderados por la Dra. Ting-Ting-Chan, utilizaron
un enfoque de neurociencia cognitiva no sólo para capturar las diferencias en el
cerebro y el comportamiento, sino que también con la finalidad de proporcionar
conocimientos exclusivos de las bases cerebrales que no se pueden observar en los
resultados conductuales únicamente. Ellos concluyeron que aunque las mujeres siguen
siendo minorías y estar sub-representadas en los campos STEM, las “comparaciones
entre el desempeño masculino y el femenino sugieren que las diferencias de
sexo/género en el desempeño aritmético no son significativas”.
Hay que destacar, que si bien el estereotipo masculino de matemáticas con sesgo de
sexo/género continúa prevaleciendo, se está dedicando un esfuerzo cada vez más
creciente a fin de alentar y motivar a las mujeres a seguir carreras STEM.
Señalemos, finalmente, –y sólo como una pequeña muestra de las habilidades de las
mujeres para las ciencias– que durante los 121 años que se viene entregando el
Premio Nobel, más de 900 personas han sido honradas con este premio, sin embargo,
la primera persona en la historia que recibió esta distinción –considerada en sí misma
una gran proeza– dos veces, fue una mujer: la Dra. Marie Curie, quien, en 1903 fue
galardonada con el Premio Nobel de Física y ocho años después, en 1911, fue
distinguida con el Premio Nobel de Química.
No está de más decir, que sólo cinco personas en toda la historia han sido
galardonadas con dos Premios Nobel, siendo la científica Marie Curie –la madre de la
Física moderna– la primera de ellas.
