Felipe Mancilla egresado de Derecho de la Universidad Autonoma de Chile y concejero nacional R N
El fútbol es pasión de multitudes y nadie puede cuestionar la efervecencia y unidad que se genera en cada oportunidad que juega nuestra selección, o la pasión que sentimos cada fin de semana cuando nuestro equipo juega. Esto le está permitido a cualquier persona pero no a un Gobierno.
Hace pocos días esta administración anunció un aumento en el presupuesto del Ministerio del Deporte en un 37% respecto del año pasado, alcanzando un monto cercano a los 2.500 millones de los cuales 2.163 serán para subsidiar las entradas para el Mundial de fútbol sub 17 que se celebrará el próximo año en nuestro país.
Este hecho es un error garrafal e imperdonable, que atenta contra grandes deportitas de alto rendimiento, que durante años han tenido que realizar grandes sacrificios para poder obtener resultados a nivel internacional, inclusive mendigando con los particulares la búsqueda de recursos para poder inscribirse y entrenar en sus respectivas disciplinas, todo para representar a nuestro querido Chile.
Pero resulta absurdo la conducción de esta Presidenta, aún más cuando los hechos materia de esta columna son totalmente contradictorios a la regulación e imagen con que se ha querido engañar a la ciudadanía. Ejemplo de ello es el anuncio dado hace un par de semanas en relación a la descentralización, donde la propia Presidenta señalaba con bombos y platillos una reforma constitucional para tener un Estado unitario pero descentralizado. Paradójicamente por un lado se busca la descentralización pero con el subsidio a las entradas del mundial lo único que se produce es un centralismo infantil por un sólo deporte, sólo porque este es el que más fanáticos tiene. El mismo análisis podríamos comenzar a hacer en materia de igualdad, oportunidades, acceso y otras materias donde se ha dado un discurso totalmente contrario a los hechos en cestión.
Esto nos arroja la idea de que el Gobierno lejos de buscar efectuar una buena política, sólo buscar legislar las materias que estén en la palestra y regularlas con lo que pidan las mayorías, lo cual debe preocuparnos y hacer un llamado de atención, ya que nos puede conducir a erráticas decisiones y caer en populismos que en muchas ocasiones nublan el sentido común de las autoridades.
Ojalá se toman las medidas del caso y se enmiende este gran error, ya que si habiamos avanzado en el último tiempo en deporte con la creación del Ministerio, aumento en los presupuestos, realizar los Odesur entre otros, con esto hemos retrocedido todo lo que se había construído y dejando al abandono a cientos de deportistas que con sudor y lágrimas han defendido incansablemente a nuesto país y una ofensa a los millones de chilenos que nos damos cita de apoyarlos en cada oportunidad en que estos pese a todos los obstáculos nos alegran con grandes triunfos por todo el mundo.