Teletón ¿es real el aporte de las empresas auspiciadoras?


Por José Aedo González Comunicador Social

www.joseaedo.blogspot.cl 

 

Desde que comenzó octubre la televisión abierta nos ha bombardeado con una serie de spots relacionados con los productos que “apoyan” la Teletón, en vísperas de una nueva campaña que se viene en el mes de noviembre.

 

Es cierto, estamos acostumbrados a ello y no nos cuestionamientos la veracidad de estos mensajes que invitan a los consumidores a preferir tal producto porque apoya la noble causa.

 

Sin embargo, hay algo que me inquieta y que dice relación con uno de los últimos spots donde figura Mario Kreutzberger (Don Francisco) asegurando que el  70% de los aportes que recibe la institución provienen de  la ciudadanía. Es más, el mensaje sostiene que 9 de cada 13 centros de rehabilitación funcionan gracias al aporte voluntario de las personas. Eso a simple vista es halagador, de cierta forma muy positivo, porque quiere decir que Chile, su gente, es tremendamente solidaria.

 

La cuestión, no es el que la gente sea más o menos solidaria  apoyando  iniciativas como esta;  es más,  es una de las tantas causas que los chilenos apoyan durante el año, sino que llama la atención el énfasis que  se le da para que la ciudadanía se incentive para ir a depositar en la cuenta que todos conocemos.  En el fondo y de manera implícita  no están responsabilizando de un tema que debe ser asumido derechamente por el Estado. La rehabilitación y la posterior inserción  de las personas con discapacidad debe ser una política de Estado, que debe estar incluida, por ejemplo, en el Auge.

 

Volviendo a la campaña publicitaria y teniendo en cuenta la proximidad a una nueva versión de las “27 horas de amor”, es sano preguntar qué pasa con las marcas que la auspician, acaso los recursos que perciben de la misma ciudadanía que compra los productos, ¿no alcanza para hacer un aporte mayor?.  Aquí  debemos considerar que detrás de estas marcas están los principales grupos económicos del país, quienes aprovechan  la extensa exposición mediática que implican las campañas publicitarias para aumentar sus ventas.  A mi juicio,  ningún atisbo de solidaridad, sino más bien un negocio. Esto, sin considerar que la ayuda que brindan implica una disminución de la carga tributaria.

 

En definitiva es importante ayudar, eso está muy claro, pero la inquietud que surge es saber cuál es el real aporte que realizan las empresas auspiciadoras versus el esfuerzo que hacemos todos los chilenos para ir al banco y también para adquirir consciente o inconscientemente los productos que “supuestamente” apoyan la Teletón.

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