Por Marco Leal, seremi de Gobierno
Si nuestro anhelo republicano es tener un mejor país que heredar, es necesario construirlo sobre bases sólidas de igualdad, respeto y justicia. Donde cada habitante colabore con una cuota de compromiso con el bien común. Por ello es que tiene gran relevancia, avanzar en resolver todo aquello que aún nos liga tristemente con nuestra historia dolorosa y cerrar al fin ese oscuro capítulo de la Dictadura Cívico Militar.
En estos últimos días, hemos sido testigos de un gesto asimilable a una victoria ética republicana, pues un ex conscripto fue capaz de vencer el miedo y pudo colaborar con la acción de la justicia, para avanzar en el esclarecimiento de un perturbador hecho que afectó a dos ciudadanos de este nuestro país y que emocionalmente aún nos duele a todos.
Con esos gestos que ennoblecen al ser humano, cuando se logra percibir que la verdad es la herramienta para construir un futuro con la vista impoluta, es que como demócratas podemos confiar que el silencio respecto de hechos que tanto dolor causaron a nuestra patria, ya no tiene espacio y que hoy más que nunca es indispensable que todo aquel que tenga algo que aportar para que Chile sane sus heridas lo haga con el honor que implica ser miembro de esta comunidad democrática.
Actualmente el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior tramita 930 causas sólo de casos de ejecutados políticos y de desaparecidos. Son cerca de mil 400 víctimas y sus familias que esperan por una justicia que ha demorado prácticamente cuarenta años.
“Basta de silencio”, ha dicho la Presidenta Michelle Bachelet, haciendo un sentido llamado a entregar información en casos que aún siguen pendientes y donde los familiares esperan conocer qué pasó con sus seres queridos tras décadas de búsqueda de la verdad.
A pesar del paso del tiempo, de la indolencia de algunos y de la negación de otros, la justicia prevalecerá, y para contribuir a ello todo aquel que tenga algo que aportar debe hacerlo, por el bien de la conciencia, por la verdad y por una efectiva reconciliación de Chile.