El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) dio a conocer que por primera vez en su historia, Chile agotó los recursos naturales correspondientes a un año, entrando a lo que se denomina “sobregiro ecológico”.
Lo anterior implica que el país ha comenzado a gastar lo que es en el fondo, la herencia de las futuras generaciones.
Según consigna Emol, el indicador señala que «la capacidad biológica de los ecosistemas para regenerar recursos en forma renovable y absorber los diferentes desechos generados por el hombre, (biocapacidad), ya no es suficiente para sostener las demandas de la población de Chile en un año».
En este sentido, además de hacernos reflexionar respecto de lo que hemos hecho como nación para reducir las emisiones de CO2, es necesario tomar acciones concretas, decididas y a conciencia, para revertir estos datos y pensando en las futuras generaciones porque el daño hacia atrás es prácticamente definitivo.
Si bien hemos visto algunas gestiones de instituciones y personas impulsando medidas de cuidado al medio ambiente, aun falta mucho por hacer y a este grupo deben sumarse las grandes empresas y hacerlo de verdad, no sólo pensando en un bien monetario, sino en el bien común. Es decir terminar con el derroche de nuestros recursos naturales, cuidarlos; pero de verdad.
Y es un esfuerzo que todos debemos realizar, debe haber una institucionalidad ambiental y que a mi juicio, debe ser impulsada por legisladores y Estado. Sin esas medidas el país se verá enfrentado a un agotamiento irreversible de nuestros recursos naturales cuyas consecuencias la verán las futuras generaciones.